domingo, 28 de marzo de 2010

Chávez y Venezuela.



Picote de Morube.
.
CHAVEZ Y VENEZUELA.
.
Nada parece que hay que objetar a la situación de Chávez como presidente de Venezuela. Supo aprovechar el desprestigio y el descrédito de gobiernos corruptos anteriores, supo aprovechar su tirón populista electoral, y supo aprovechar la institución de la democracia para asentarse sobre ese pedestal.
.
Pero no parece legítimo que tras haber usado la democracia para acceder al poder, utilice ahora ese poder para menguar significativamente la vitalidad de la democracia venezolana, para atenuar su musculatura, para controlar progresivamente todos los poderes del Estado haciendo añicos uno de los principios básicos y esenciales de toda democracia real, la separación e independencia de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) tan deseada desde su enunciación en el siglo XVIII, siglo de las Luces, por Montesquieu.
.
Paulatinamente, paso a paso, despacio pero sin pausa, Chávez y su núcleo duro están conduciendo y convirtiendo la democracia venezolana en una dictadura. Remedando al Rey Sol, Luis XIV, el Estado es él; lo evidencian sus actuaciones intempestivas, sus amenazas, sus brabuconadas y actitudes públicas no acordes con el perfil del buen gobernante.
.
Hay un conjunto de factores como la censura continua practicada por el gobierno de Chávez, la restricción de libertades, la detención de periodistas, empresarios, el cierre de periódicos y medios de comunicación porque su Régimen autoritario no soporta la libertad, porque no sabe o no quiere encajar la crítica y la diversidad de pareceres de la oposición o de la sociedad civil, porque no le gusta la auténtica democracia, porque quiere imponer un socialismo bolivariano anacrónico y empobrecedor (si Bolívar levantara la cabeza se caería de bruces) siguiendo la estela moribunda de la dictadura cubana, que están convirtiendo a Venezuela en un país paria, exportador de petróleo y de revolución, y amparador, o al menos con connivencias, con grupos terroristas, sean las FARC o ETA, como parece haber desvelado recientemente el juez español de la Audencia Nacional Eloy Velasco.
.
Lamentablemente algunos gobiernos de países del entorno, influidos por Chávez y el Chavismo, y por su pretendida defensa de los sectores más pobres y débiles de la sociedad, están siguiendo el mismo derrotero sin querer percatarse de que las experiencias del comunismo internacional, las experiencias mesiánicas del Gran Líder omnisciente y omnipotente, tiempo ha fracasaron estrepitosamente y se escurrieron, afortunadamente, por el sumidero de la Historia.
.
Es evidente que cualquier gobierno español, no importa su color, tiene sobre su cabeza la espada de Damócles de Chávez y su continuo e inaceptable chantaje si nos referimos a las relaciones bilaterales de España y Venezuela. Los intereses españoles, económicos y personales, en ese país son considerables lo que obliga por necesidad a ser pragmáticos. Obliga a conjugar la ética de los Principios y la ética de la Responsabilidad, en términos de Max Weber. No obstante si hay que tomar una opción en situaciones límite parece evidente que debe prevalecer la ética de los Principios.
.
Y no hay que confundir Venezuela con su Gobierno; éste, tarde o temprano pasará y dejará sus funciones (esperemos que no dure como la dictadura castrista o la franquista) pero Venezuela y el pueblo venezolano continuarán forjando su espléndido país a pesar de los dictadores de turno, disfrazados de demócratas y de salvadores de pueblos oprimidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario